El pasado 31 de marzo falleció en Miami la arquitecta angloiraquí Zaha Hadid, la primera mujer que fue premiada con el Pritzker de Arquitectura en el año 2004.[
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Por alguna razón las historias de mujeres que han logrado tales distinciones son fascinantes al constatar que no pocas veces lucharon con miles de obstáculos antes de lograr el reconocimiento. Lo que hace además sorprendente el periplo vital de Hadid es que a través de ella podemos entender el poder de la innovación. “Transformar la visión del futuro con nuevos conceptos y formas visionarias” fue lo que llevó a esta creadora, nacida en Bagdad, Irak, en 1950, a dejar una huella en muchos de los edificios más impactantes del presente siglo.
AFP PHOTO/Leon Neal
Por lo tanto resulta inspirador para los emprendedores entender que ir más allá de nuestras propias ideas es la base que sustenta cualquier iniciativa, por muy innovadora que parezca.
Hadid fue fue la responsable del plan maestro de Bilbao, capital del País Vasco, provincia española, y además creó el Maxxi: Museo Nacional del Siglo XXI en Roma, y el London Aquatics Centre para los Juegos Olímpicos de 2012, entre otros grandes proyectos que llevó a cabo.
Quien además fue alumna de Rem Koolhaas, arquitecto holandés que ganó también el Pritzker en el año 2000, destacó como diseñadora de joyas, de yates, de escenarios, y su mayor preocupación fue explorar los límites de la arquitectura con el diseño urbano…[
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Cuando hablamos de emprendimiento, por lo general repetimos consignas que parecen más aprendidas que practicadas. Una de ellas es que mientras un proceso se haga repetitivo y no agregue valor a nuestro negocio, debe ser automatizado de forma que deje espacio para concentrarnos en aquellas tareas que sí pueden darnos mayor productividad. Así, ¿es posible concebir en las ideas creativas de Hadid procesos que arrinconarán sus propuestas en esquemas repetitivos? Seguramente no. De hecho llegó a decir: “Quiero hacer edificios que produzcan un nuevo tipo de paisaje, que fluyan junto a las ciudades contemporáneas y las vidas de sus habitantes”.
El poder de este pensamiento la llevó a construir su primer edificio residencial en Nueva York, bajo la premisa de explotar el high line citadino y sus posibilidades para construir algo a lo largo de la línea que impone en el paisaje urbano. Así fue como nació el 520 West 28th, previsto para una ubicación privilegiada en Chelsea, al lado del Whitney Museum de Renzo Piano.[
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El edificio planeado por Zaha Hadid Arquitects y Related Companies contará con 11 pisos, 39 residencias distintas, y algunas de hasta 600 m2. Se planea que estará terminado en 2017.
Por supuesto que detrás de las propuestas innovadoras de Hadid existió un cúmulo de importantes experiencias, estudios, investigaciones y trabajo en equipo que dio como resultado el que fuera apreciada en el mundo arquitectónico como una visionaria. Hadid decía: “El diseño se relaciona con la ciudad, mientras que los conceptos de un flujo espacial fluido crean un nuevo entorno dinámico”.[
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¿Qué pueden hoy aprender los emprendedores de Zaha Hadid? Que la búsqueda de la innovación se construye superando nuestras propias barreras y trabajando para ir más allá de los límites imaginados. Al ser más innovadores con seguridad seremos más productivos en el alcance de nuestros objetivos.[
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