Recientemente la presidenta Cristina Fernandez, en una visita en China, escribió un mensaje en su cuenta de Twitter que levantó bastante revuelo. El mensaje estaba relacionado con temas de política interna, pero hacía un chiste sobre la forma en que se “habla” español por parte de los chinos.
Si este mensaje fuera escrito por cualquier “paisano” de viaje por China seguramente le habría parecido cómico a todos sus amigos. Pero este caso estamos hablando de una persona que ocupa la Presidencia de un país y que estaba en un viaje oficial representando al Estado Argentino.
En los últimos años ha habido un auge importante de las cuentas Presidenciales en las Redes Sociales. Sólo en Twitter, los presidentes más populares atesoran más de 2 millones de seguidores en promedio. Y pareciera que están dispuestos a utilizarlas cada vez más.
Desde hace algún tiempo viene creciendo en mí una molestia por el uso que le dan ciertos presidentes a las Redes Sociales. Hasta ahora no me había detenido a pensar cuáles eran las razones. Pero este tweet humorístico y con mucha personalidad, me hizo analizar las causas de mi molestia.
Cuenta Institucional o Personal
El primer problema viene por la responsabilidad que significa tener un canal de comunicación directa desde la presidencia de una república. Efectivamente a mí me parece que es muy potente que en el caso de las empresas, éstas tengan una voz con personalidad definida que atraiga a las personas que sientan resonancia con estas posturas. En el caso de una empresa es totalmente necesario que tenga “personalidad”, es decir, que asuma riesgos y exprese las opiniones y los puntos de vista que son parte de su cultura empresarial.
Las empresas que utilizan las redes sociales sólo como un medio para distribuir materiales de Relaciones Públicas, que no tienen voz propia y suenan a hueco, desaprovechan las oportunidades para establecer conexiones profundas con sus clientes. Y esto pasa por toda la red social extendida de la empresa, desde sus empleados más operativos, hasta su CEO.
Ahora bien, en el caso de la Presidencia de una República estamos hablando de una institución que debe representar los intereses de todo un país. En este caso no estamos hablando de un grupo de personas con características definidas. O dicho de otra manera, el grupo de personas tienen pocas características en común y muchas diferencias. Un país se basa en unos acuerdos mínimos. Las diferencias entre los habitantes son mucho, mucho más amplias, que las diferencias existentes en los seguidores de una marca o empresa.
¿Cuándo un Presidente tweetea lo hace como persona o como institución?
La respuesta no es poca cosa. Si lo está haciendo como institución debe cuidarse de hablar sólo sobre temas que sean parte del acuerdo fundamental del país. Si lo está haciendo como persona entonces podría estar utilizando su poder (institucional) para conectarse solamente con un grupo de electores. Rompiendo la conexión con otra parte de sus electores que son habitantes del país y por tanto están pagando con sus impuestos el sueldo de ese presidente. Y el sueldo está completamente ligado al mandato que recibió. A diferencia de CEO el presidente fue elegido con un mandato muy claro.
Objetivo de la Presencia en las Redes Sociales
Las instituciones son tan importantes como el respeto que tienen de parte de las personas. Si una institución pierde el respeto de los habitantes la democracia se ve afectada. Si la democracia es suficientemente fuerte, el vacío de legitimidad que deja una institución puede ser llenado por otras instituciones. Pero si la democracia es débil o está basada en muy pocas instituciones entonces el vacío de una sola puede dañar la vida institucional del país.
En Latinoamérica lamentablemente tenemos, en líneas generales, instituciones débiles y un fortísimo sesgo presidencial. La institución de la Presidencia normalmente tiene mucho poder y pocos contrapesos. En este contexto, es muy importante entender cuál es el objetivo que tiene un Presidente con su participación en Redes Sociales.
En el caso de una empresa el objetivo es muy claro. Aumentar la conexión con sus clientes para mantener y aumentar las ventas. Para un Presidente el objetivo puede variar enormemente dependiendo del enfoque qué le dé la persona que ostenta el cargo.
Si se quiere mantener un canal abierto de comunicación con los electores entonces deben restringirse los mensajes solamente a informaciones institucionales. En este caso no veo mayor problema en que se tenga una presencia activa en las Redes Sociales, porque es una forma de transparencia que puede fortalecer la participación democrática.
Incluso cuándo se utiliza como canal de comunicación, las Redes Sociales pueden dañar la institucionalidad si se maneja de forma irresponsable o alegre. Es decir, si se manejan como lo haría cualquier persona “normal”.
Panamá es uno de los países más fanáticos del boxeo en el mundo. En este sentido cualquier logro de algún boxeador panameño es compartido por igual por todos los habitantes. Se puede decir, que es parte del sustrato del país. Lo cuál hace totalmente válido que se expresen alegría cuándo hay un triunfo de un compatriota y se entiende que el Presidente Martinelli publicara este Tweet:
(El tweet fué borrado a los 20 minutos y el Presidente lo atribuyó a un asistente)
El único problema es que Pacquiao, cómo sabe TODO panamá, es Filipino. Entonces un mensaje como éste, inocente en principio, por falta de verificación atenta contra la Institución de la Presidencia. Obviamente no va a hacer que el gobierno caiga, pero es un “gramo” de respeto que se pierde.
O el caso del presidente mexicano Vicente Fox, cuándo felicitó a Vargas Llosa por su premio Nobel:
El problema es que Borges nunca ganó un premio Nobel… o sea que por tirársela de culto terminó con las tablas en la cabeza.
Además hay una línea muy delgada entre el objetivo de informar y el objetivo de “vender” para las próximas elecciones. Es una gran tentación utilizar las Redes Sociales como un canal de propaganda que asegure las próximas elecciones. Y aquí tenemos un problema serio. Porque se deja de lado una parte de la población para comunicarse sólo con un grupo. Se utilizan los recursos pagados por todos los habitantes para promocionarse con un grupo de electores. Los impuestos de todos pagando la promoción destinada sólo a un grupo de partidarios.
Prefiero los Presidentes con Cuentas Aburridas
Después de pensarlo detalladamente creo que los Presidentes deben tener unas cuentas que funcionen como canal de comunicación informativo, pero debe existir un estricto control para evitar que los detalles “personales” de cada uno puedan dañar la institucionalidad. Y además debe existir una vigilancia clara para que no sean usadas como canal de propaganda.
Lo que funciona para un CEO definitivamente no funciona para un Presidente de un país. Como elector y ciudadano de un país no quiero que mi presidente utilice su cuenta en Twitter, Facebook, o Instagram para gobernar a distancia. O tratar de perpetuarse en el poder. Creo que el marco legal debe adecuarse para evitar que se puedan presentar situaciones cómo éstas en el futuro.
Además no queremos que los chistes de un presidente puedan hacer que impacten nuestras relaciones con otros países. Y que por ejemplo tengamos que “pagal el alloz” más caro porque el presidente sacó su sentido del humor.
¿Cuál ha sido la experiencia en tu país? ¿Crees que se debe regular o dejarlo a discreción de cada gobernante?
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