Tu salud se refleja en la de tu empresa o emprendimiento ¡Cuídala!

Cuando padecemos de una simple gripe solemos tratarla de forma superficial. Es decir, se piensa que con alguna pastilla o medicamento podremos superarla. A veces, así efectivamente ocurre, pero otras veces es mucho más complejo. Síntomas como dolor de cabeza, tos, fiebre y/o malestar generalizado pueden convertirse en enfermedades más compleja si no los atendemos.

Si bien, la salud depende de cada colaborador, de sus hábitos y estilo de vida, es importante acotar que también en cada empresa se deben crear las condiciones necesarias para que se puedan alcanzar los objetivos en un clima saludable. Pero el estrés, la fatiga y los dolores de espalda suelen ser recurrentes entre aquellos emprendedores que se dedican a su trabajo. Puede ser inevitable. No obstante, los expertos aseguran que las malas posturas y los equipos inadecuados pueden acrecentar estas dolencias.

En Imolko, hicimos un recuento de aquellas enfermedades más comunes que se pueden presentar tanto entre emprendedores como en colaboradores, de manera que se puedan identificar y tomar las medidas adecuadas para prevenirlas y erradicarlas.

Dolores de espalda

Además de esta zona corporal, es usual que la tensión ataque el cuello, los hombros y la cintura. En ello incide un diseño deficiente del lugar del trabajo. Puede ser que la silla no tenga un respaldo adecuado o que el escritorio sea muy pequeño. Incluso pueden aparecer los temidos síndrome del túnel carpiano y/o del manguito rotador, que se caracterizan por el sobre uso de la muñeca o del hombro al presionar sobre el teclado de la PC o el mouse.

Fatiga visual

Es muy común luego de estar muchas horas frente a la pantalla de la PC o revisando documentos. Para ello es importante descansar cada hora, durante al menos 15 minutos.

Agotamiento

Mejor conocido como burnout, se presenta al perder interés en lo que se hace. Los especialistas indican que suele aparecer tras largas jornadas de oficina, por ejemplo al trabajar en telemarketing o en atención al público.

Estrés

Ya conocemos esta dolencia, que se manifiesta de diversas formas, ya sea con dolor de cabeza, ansiedad, urticaria, úlceras estomacales, e incluso merma de la satisfacción laboral. La causa principal es la sobreexposición o los ritmos acelerados de trabajo.

Indican los especialistas que un mínimo de estrés es importante porque funciona como un motivador, pero cuando este pasa a tener una excesiva presencia, en el sentido que se mantiene por mucho tiempo, y es difícil de controlar, ya pasa a ser denominado disestrés. A este se le considera una enfermedad psicosocial, ya que no solo atenta contra el estado físico sino también contra el estado emocional.

Malestares estomacales

Es más frecuente de lo que uno se imagina, y una de las expresiones más conocidas es el llamado síndrome del colon irritable. Se caracteriza por la inflamación del colon, estreñimiento y dolor intestinal. Puede estar estrechamente asociado al estrés que se presenta por el desempeño laboral.

También hay otras condiciones que podrían afectar a los emprendedores. En este sentido, Gary Hamel, considerado uno de los influencers del mundo de los negocios de mayor solidez en la actualidad, hizo un inventario de aquellas actitudes nocivas para todo emprendedor, que podrían sin duda afectar a su organización.

La arrogancia

Es la base de quienes piensan que son indispensables, inmortales o inmunes y que por eso están por encima de los demás. El antídoto indispensable es la humildad.

Falta de empatía

Todo emprendedor que es incapaz de ponerse en el pellejo del otro tiene la marca del fracaso en su frente. La falta de empatía no solo le resta visión, sino que corta toda posibilidad de crecimiento ya que jamás podrá detectar las necesidades de sus usuarios.

Alzheimer en el liderazgo

Aquellos que olvidan cómo llegaron a la cúspide, están entrampados en sus propios deseos. Basta con solo mirar atrás y darse cuenta que sin un espíritu de cooperación, nada de lo que han construido habría sido posible.

El apego

No solo se manifiesta en la necesidad de acumular bienes materiales, sino también en la incapacidad de compartir lo que se tiene. El trasfondo es la incapacidad para vivir una vida plena y, por ende, se recurre a la fantasía de llevar los vacíos con sucedáneos externos.

Muchas otras actitudes, ciertamente, pueden afectar al emprendedor contemporáneo, por ello es importante realizar un autoanálisis y entender que la salud de toda organización empieza por la salud mental y física de sus líderes y colaboradores.