En un artículo anterior escribí sobre el fraude en la publicidad en línea y cómo evitarlo en tu empresa. Esta semana invité a Jorge Enrique Aguayo, reconocido profesional del Marketing Digital y autor de “Un blog de link-building“, para que nos comente un poco cuáles son las mejores opciones para comprar publicidad en la red, exponiéndonos al fraude lo menos posible.
Aquí les dejo el artículo de Jorge:
Cómo se sabe que hay fraude
Hola a todos. Tal como Roberto contara en su post anterior, hay cierto nivel de fraude en la publicidad por Internet. Es un tema del que, por una cuestión de complicidad, se habla realmente poco. ¿Complicidad? Sí. Quienes están en capacidad técnica de mostrar cifras sobre la publicidad web también son quienes la venden; así que ya imaginarás el conflicto de intereses que se crea. Prefieren no mencionar la posibilidad de fraude en la publicidad web, pues si admitieran públicamente que el fraude existe, se quedarían sin ventas.
Pero el fraude sí existe. Se sabe por denuncias documentadas de algunos anunciantes, como por ejemplo estos señores:
Hay también estudios independientes publicados. Aunque ninguno de los anteriores constituye, en sí mismo, prueba irrefutable de un fraude publicitario, los indicios son grandes. A esto hay que agregar el hecho de que la organización IAB (Interactive Advertising Bureau, una suerte de árbitro sobre la publicidad en línea) admite que considera una impresión para términos de publicidad “cualquier llamada a un servidor de Internet“, sin especificar que esta necesite provenir de un ser humano para considerarlo válido.
Así, en un mundo plagado de publicidad falsa, ¿dónde anunciar tu web para obtener el máximo beneficio mientras reduces tu riesgo de ser estafado? Aquí las dos alternativas que sería bueno considerar:
Comprar publicidad por Tiempo
En la Internet, hay cuatro maneras de comprar publicidad: por impresiones (es decir, la publicidad se paga por cada vez que el aviso se muestra), por clic (es decir, la publicidad se muestra libremente y solo se cobra cada clic que se obtiene en ella), a comisión (es decir, la publicidad se paga por cada acción que se completa, como por ejemplo, cada que alguien compra un producto) y por tiempo, llamada también tenencia.
El fraude publicitario en la web está concentrado principalmente en impresiones falsas y en clics falsos generados por robots. Comprando publicidad por tiempo, cualquier intento de estafa pierde su sentido.
¿Dónde comprar publicidad por tiempo? Por lo general, las agencias digitales han dejado de vender publicidad por esta vía, así que solo quedan tres alternativas:
- conversando directamente con el dueño del sitio web donde se desea comprar la publicidad, a fin de llegar a un acuerdo con él
- en centrales virtuales como Fiverr o BuySellAds
- en foros para dueños de sitios web
¿Mi recomendación? Fiverr, por el precio, o conversando directamente con el sueño del sitio web donde se desea comprar publicidad. A la larga, son las alternativas más confiables. La mayoría de inversionistas descubre en poco tiempo que consigue más clics por estas fuentes que usando el mismo dinero en Google o Facebook.
¿Por qué estoy dejando de lado la compra de publicidad a comisión? Porque, al menos ahora, en países hispanos es bastante difícil lograr ventas bajo ese sistema. Los dueños de sitios web no creen mucho en que las empresas cumplirán con pagarles sus comisiones por el anuncio, así que no los colocan. La compra de publicidad por tiempo, por ahora, es la mejor alternativa.
Las Redes de Anuncios Clasificados
Esta segunda opción podría sorprenderle, pero es una de las grandes olvidadas de la Internet. Las redes de anuncios clasificados son excelentes para facilitar ventas y, sin duda, una de las principales fuentes de tráfico de negocios en el mundo.
¿Por qué? Simple: porque funcionan. Cuando alguien desea comprar algo, lo primero que hace es curiosear en la web quién lo vende (es decir, usa un buscador).
Lo segundo que hace es buscar quién lo tiene en oferta, y es aquí donde las redes de anuncios clasificados destacan sobre el resto. Una presencia organizada, constante y estudiada en ellas —es decir, analizando y buscando mejorar cada vez más tus anuncios— puede ayudarte a vender mucho más que cualquier campaña de redes sociales o publicidad pagada en Google, principalmente si tus productos no son intangibles.
¿Deseas un ejemplo? Imagina que quieres comprar un ratón ergonómico para tu computador y fíjate en tu propio procedimiento de búsqueda. Si tu procedimiento es como el mío, entonces lo más probable es que primero vayas a un buscador, luego a una central de clasificados y que luego te pongas a comparar precios con otros sitios web. Tras una hora revisando propuestas, obviamente elegirás la que más te conviene y estarás a un paso de concretar la compra.
Ahora que lo notaste, utilízalo para tu negocio. Sacarle el jugo a los anuncios clasificados es toda una ciencia y arte al mismo tiempo, pero, con práctica, cualquier persona o empresa puede lograr resultados interesantes en ellos. Lo básico para empezar son dos cosas, principalmente: Un buen título, para destacar en el listado y obtener clics al resto del anuncio; y un buen anuncio propiamente dicho que motive al visitante interesado a llamar o escribir para comprar o al menos para pedir más información.
Foto cortesía de Neo_II